Viajando por el Mundo Mundial

Cómo visitar el bazar Khan-el-Khalili en el Cairo

Bazar Khan el Kalili

No puedo evitar mi atracción por las ciudades caóticas. No para vivir, pero sí para visitar.

Esas camionetas que lo mismo transportan alimentos, que hacen una mudanza. Esa forma de aparcar en la que no se luego como logran sacar el coche de ahí. Esos cruces sin semáforo en los que se aplica la ley del más fuerte. Esas carnes en las que se rompe por completo la cadena de frío… Y aquí en Europa, nos llevamos las manos a la cabeza por todo.

Pero la vida es adaptarse o morir, así que contratamos un taxista dispuesto a esquivar a los coches, camiones, vendedores de comida y animales que transitaban por la autopista y logramos llegar sanos y salvos al bazar Khan el khalili.

Era nuestro último día en Egipto y habíamos decidido dejarlo para las compras y para relajarnos en la piscina del hotel. Os aseguro que después de una semana visitando monumentos sin parar, no nos vino nada mal.

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Bazar Khan el Khalili

En el centro de El Cairo encontraréis el bazar Khan el Khalili, el mercado más conocido de El Cairo y el bazar más antiguo del mundo. Su origen data del año 1382, fue construido durante el reinado del sultán Barquq sobre las tumbas de los califas fatimíes.

En su origen era un lugar de descanso donde se detenían las caravanas para que descansaran los animales y se realizaban negocios.

Os recomiendo perderos por sus callejuelas y pasadizos sin mirar el reloj. Podréis encontrar en sus tiendas montones de souvenirs, joyas de diversas calidades, bolsos y zapatos típicos de Egipto, cachimbas, especias, papiros… Y un sinfín de artículos más.

Pasear por el mercado puede resultar un poco agobiante por el acoso de los vendedores. Pero recordad que estáis de vacaciones y en un país con unas costumbres muy diferentes a las vuestras. Así que paz y amor y buen rollito por favor 🙂

Os advierto que os van a intentar timar todo lo que puedan, así que dudad de la calidad de todo lo que os quieran vender y regatear hasta que os echen de la tienda 🙂 Así ya podéis ir a la siguiente tienda, a comprar el mismo artículo,  sabiendo cuál es el precio mínimo por el que os lo van a vender.

La mayoría de las cosas las podéis conseguir por la mitad de lo que os piden inicialmente. Eso sí, ni se os ocurra volver a preguntar el precio de lo que ya habéis comprado en otra tienda!!!! Si creéis que habéis pagado lo justo dejadlo así…

En una ciudad de casi 23 millones de habitantes, os podéis imaginar lo abarrotado que está este mercado, entre turistas y lugareños hay momentos del día en los que no cabe ni un alfiler. Así que si vais en grupo tratad de no separaros porque como os perdáis va a ser prácticamente imposible que os encontréis.

Yo tuve un pequeño percance en mi paseo por el bazar Khan el Khalili. Me despisté mirando una tienda y me alejé un poco del grupo. Pasó un hombre con sus esposas, que vestían todas con  hiyab y me observaban con sus penetrantes miradas. Una de ellas me pegó con una cuerda, sin más… No se que podría pasar por su cabeza… En el bazar Khan el Khalili hay mucha policía turística y la verdad es que pensé en decirles algo, pero a veces es mejor evitar conflictos. Aunque, hoy en día, sigo preguntándome por qué lo haría…

Cuando me reencontré con el grupo, después de esta tensión y ajetreo decidimos sentarnos a tomar algo en el mítico Café de los Espejos.

Café de los espejos

El Café de los Espejos o Café El-Fishawi es un local  de más de 200 años de antigüedad, situado entre la calle Sikka y Badestan, que presume de haber permanecido abierto las 24 horas del día desde su inauguración.

Por suerte, este no es uno de los cafés de El Cairo donde solo admiten hombres que se pasan las horas bebiendo té, fumando sisha y jugando al backgammon. Aquí las mujeres podemos sentarnos sin ningún problema.

Las paredes de el Café El-Fishawi están cubiertas de espejos e impregnadas de literatura, ya que fue en este café donde el escritor egipcio y premio Nobel de Literatura Naguib Mahfuz escribió varias de sus novelas.

Así que tomarse un te en el Café de los Espejos es algo tan mítico como tomarse un mojito en la Bodeguita del Medio de La Habana en Cuba.

Después de relajarnos en el Café El-Fishawi, decidimos regresar al hotel y pasar nuestra última tarde en El Cairo relajados en la piscina, conversando con los amigos que habíamos hecho durante esta intensa semana, cuya amistad aún perdura 11 años más tarde (Susana y Patricia os debo una visita a Vitoria y a Zaragoza, respectivamente ;)).

Al día siguiente salía mi vuelo de regreso a España. Me despedí del país de los faraones con cierta nostalgia. Fue el primer país con «diferente» estilo de vida que visité y me enseñó que, como decía Naguib Mahfuz:

«la condición de la humanidad es una sola, la que nos une, a pesar de nuestras diferentes formas de pensar, en este lugar sombrío y húmedo».

A pesar de la revolución que ha sufrido Egipto en los últimos años, con numerosos atentados terroristas que han hecho caer al turismo en picado, hoy en día la seguridad ha vuelto a restaurarse en el país. Por lo que puede resultar una buena oportunidad para viajar allí sin masificaciones de turistas y a precios mucho más económicos.
 
Esperamos que os haya gustado este post de Bazar Khan el Khalili – Cairo y que, junto con el resto de post de Egipto, os animéis a viajar a este misterioso y fascinante país.
 
¿Os atreveríais a viajar a Egipto por libre? ¿O pensáis que es un destino al que es mejor ir en un viaje organizado? Nos lo podéis contar en los comentarios.
 
No olvidéis compartir con los demás viajeros!!! 🙂

 
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Somos Oscar & Sonia, viajeros de corazón. Te queremos mostrar a través de nuestros viajes y experiencias cada rinconcito de este maravilloso mundo. Porque para nosotros un viaje se vive 3 veces: al planearlo, al vivirlo y al recordarlo.

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Somos una pareja que amamos viajar tanto como vosotros y decidimos crear este blog de viajes por 3 razones: la primera para ayudaros en todo lo posible a planear vuestros viajes por libre e inspiraros en vuestros destinos soñados; la segunda para compartir cada una de nuestras vivencias por el mundo; y la tercera para plasmar por escrito nuestras experiencias viajeras y que jamás se borren de nuestras mentes. 

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